El Museu Es Baluard recibió ayer una nueva remesa de obras procedentes de la Col·lecció d'Art Serra. En total, llegaron al Museu d'Art Modern i Contemporani un total de 52 piezas de diferentes época. Se trata, en su mayoría, de obra sobre papel de algunos de los nombres más importantes de finales del siglo XIX y del siglo XX. Además, también llegó el lienzo «La séduction inatendue» de Magritte, una de las estrellas de la exposición inaugural y de la colección. «Los cuadros que el museo ha recibido son fundamentales para entender el discurso de la muestra inaugural, sobre todo por el peso de los artistas representados», afirmó Pilar Ribal, responsable del área artística de Es Baluard. De esta manera, aparecen un gran número de autores de la corriente «informalista de los años cuarenta, cincuenta y sesenta». Destaca la presencia de artistas de la Escuela de París, como por ejemplo, Tsuguharo Foujita, con «Les deux amies (Youki et Mado)». También ha llegado obra sobre papel de pintores de principio de siglo, como «Dos debout» de Arístide Maillol, «Tête de face» de Modigliani, «Gitanes» de Isidre Nonell, o «Un dandy» de Toulouse-Lautrec, entre otros.
Todas las piezas permiten ver el recorrido artístico del siglo pasado a través de la combinación de los autores de finales del siglo XIX con otros actuales, como Francesco Clemente o Anselm Kiefer. La lista de autores se completa con piezas de Tàpies, Miró, Dalí, Balthus, Chagall, Delvaux, Gaughin, Giacometti, Kandinsky, Klee, Klimt, Léger, Man Ray, Matisse o Henry Moore, entre otros nombres. Algunos formaron parte de las exposiciones «Poètiques Modernes», que se inauguró en el Casal Solleric, y «De montparnasse a la idea pura», que se presentó en el Kursaal de San Sebastián.
De las piezas que llegaron al museo, destaca la presencia de «La séduction inatendue», de Magritte. El óleo, de 1942 y de 73 por 54 centímetros, representa un desnudo femenino de tres cuartos, la esposa del pintor. De fondo puede verse, a la derecha, un cortinaje azul y, a la izquierda, un paisaje. Fue una de las obras destacadas de la exposición «De Montparnasse a la idea pura».