Los escritores baleares tuvieron ayer una cita en la sede del Institut Ramon Llull (IRL) donde Àlex Susanna, responsable del Àrea de Cultura de la entidad, les informó de la política del IRL para las traducciones a otras lenguas. Apoyo económico a la traducción y a la promoción de los autores en países extranjeros son objetivos básicos del IRL respaldados por una inversión de 280.000 euros.
-¿Cuál es el objetivo de su visita?
-Mostrar que la proyección internacional de la literatura en lengua
catalana es uno de los objetivos prioritarios del Institut Ramon
Llull y hacer balance de lo que ha sido nuestro primer año con
datos concretos.
-¿El balance es satisfactorio?
-Más que satisfactorio. El número de traducciones solicitadas desde
distintas editoriales extranjeras suma 71, repartidas en dos
convocatorias, de las que 26 son de 18 autores baleares; el año que
viene ya anuncio que serán tres convocatorias, para dar el máximo
de facilidades, en una doble línea de ayudas a la traducción y a la
promoción. Esta última es novedad. La intención es facilitar la
presencia del autor en el país en el que se le traduce tantas veces
como haga falta. Con cada editor intentamos establecer un plan de
promoción ambicioso e imaginativo.
-Lo que significará presencia directa del autor con los
lectores.
-Ya se está haciendo, pero se trata de organizar distintos actos
con un poco de gracia a medida que vayan saliendo sus obras. La
presentación de un libro puede tener un formato convencional o
tener un plus que la haga más atractiva. En ese sentido motivaremos
al máximo al editor.
-Explique cómo funciona esta política de subvenciones o
ayuda a la traducción a otras lenguas.
-El malentendido que suele haber es que nosotros escogemos a los
autores que se van a traducir. Nada más lejos de la realidad.
Nosotros hacemos convocatorias públicas para que cualquier editor
interesado en cualquier proyecto que tenga que ver con la
literatura catalana pueda acogerse a ellas. Ahora bien, en la
ferias del libro en las que participamos, una parte muy importante
de nuestra tarea consiste en estimular al máximo a estos editores,
tanto mediante estas líneas de ayuda como de distintos proyectos en
función de sus gustos, intereses y posibilidades. Por ejemplo, con
Gallimard, la editorial francesa más prestigiosa, se ha acordado
una gran antología del cuento en la literatura catalana del siglo
XX. Otro tema interesante es que dentro de unos días, -pensando ya
en la Feria del Libro de Guadalajara 2004, donde la cultura
catalana es la invitada de honor-, vamos a publicar un opúsculo con
todas las traducciones de literatura catalana de estos últimos
cinco años. Lo hacemos para que el mundo de la edición
internacional tome conciencia de la envergadura de esa literatura
que es, según la Unesco, la décima más traducida del mundo.
-Como escritor y, a veces, jurado del Premi Ciutat de
Palma. ¿Qué opina de la introducción de dos premios en
castellano?
-Ahora hablo como escritor. Me parecería mejor potenciar más los
premios existentes que no crear otros nuevos. Los Ciutat de Palma
consolidaban una línea ascendente en los últimos años después de un
período un poco errático; en ese sentido la decisión me parece
precipitada.