El arquitecto Pere Nicolau deberá presentar un fotomontaje de su proyecto para la rehabilitación de Can Oleo a la Comisió de Centre Históric de Cort. La resolución se tomó ayer en la reunión de dicha comisión en la que Nicolau defendió su propuesta para la restauración de este edificio gótico, Bien de Interés Cultural. Con la documentación solicitada los integrantes de Centre Històric quieren conocer cómo afectaría la pared de cristal que Nicolau ha diseñado y que sustituiría a una ya existente, fruto de una ampliación en el XIX, según comentó ayer el arquitecto. José Manuel Sierra, teniente de alcalde de Vivienda de Cort, dijo ayer a este diario que el fotomontaje se pidió porque entre los integrantes de la Centre Históric «hay dudas» respecto al impacto de la pared de vidrio en el conjunto de la edificación. «Unos piensan que impacta y otros, no, por eso se ha solicitado esta documentación».
Nicolau se mostró contento con la decisión de Centre Históric y apuntó «vamos avanzando en un camino de detalle; pondré todos los medios para enriquecer el conocimiento de Centre Històric sobre el proyecto». En la anterior reunión de Centre Históric se había rechazado el proyecto de Nicolau porque «incumplía la legalidad». La resolución se tomó porque, según la normativa de Palma, las rehabilitaciones de edificios históricos «deben conservar y restaurar con los materiales tradicionales» lo que, por ejemplo, a juicio de ARCA, presente en la comisión, la pared de vidrio no se ajustaría a este hecho. Pere Nicolau asegura que el cristal «dará valor a la escalera y siempre será un elemento subsidiario al servicio de la misma». «El vidrio, de color gris, hará de reflejo de la escalera gótica». Ayer sí se rechazó la ampliación de volumen de edificación propuesto para can Oleo.