Pep Bonet necesitaba explicar una historia. Para conseguirlo, debía lograr ir hasta el lugar, cualquier lugar. Fue entonces cuando surgió la opción de Sierra Leona. Allí, Bonet pudo «llevar a cabo un proyecto personal» en el que se implicó por completo. El resultado puede verse en la exposición «Faith in Chaos» que, desde ayer, puede verse en la Misericòrdia dentro del IV Festival de Curtmetratges de les Illes Balears.
Utilizando una Leica y el blanco y negro, el fotógrafo mallorquín buscaba «contar unos hechos que no se habían narrado y que debían explicarse». Sóló quería ofrecer una visión «propia y subjetiva» que nunca buscó «cambiar la situación». En mayo de 2002 partió hacia el país africano, permaneciendo hasta junio. Después, regresó a Amsterdam para hacer un taller. «Tuve tiempo para centrarme en qué historias quería contar y para decidir qué puntos de vistas quería dar». Después, regresó y se centró en tres objetivos que componen las tres partes de la exposición: «Blind faith», centrada en los niños ciegos que dejó la guerra en Sierra Leona; «The Kissy Home», basada en un psiquiátrico; y «Murray's Dream Team», donde se muestra un equipo de fútbol de mutiladospor el conflicto bélico.
Un cuarto apartado, «Prayer», centrado en una iglesia evangélica, completa el montaje y se introduce en un audiovisual en el que se repasan 88 fotografías donde se enseñan las ideas desarrolladas. En noviembre, Bonet regresará a Sierra Leona para realizar el último capítulo. Hablará «del perdón y de la reconciliación, la única solución al conflicto». «Mis fotografías son dramáticas pero explican un mensaje optimista: los ciudadanos de Sierra Leona creen que superarán la situación».