M.DÍAZ/J.NICOLAU
Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas han dedicado sus vacaciones
mallorquinas al descanso, pero también a la cultura. Cada vez más
implicados con la Isla, quisieron conocer las instalaciones del
Museu d'Art Modern i Contemporani Es Baluard, que recorrieron,
interesándose por la historia del baluarte que lo alberga y por el
futuro de este nuevo centro cultural y museístico para Palma y
Mallorca. Los Douglas comentaron que a la ciudad le hacía falta un
lugar de estas características. Durante una comida en S'Estaca, con
asistencia del president Jaume Matas y los consellers Francesc Fiol
y Joan Flaquer, de Cultura y Turisme respectivamente, los Douglas
manifestaron sus interés por conocer el futuro museo y preguntaron
si podían visitar las instalaciones.
Anteayer, Catherine y Michael dedicaron parte de la mañana a recorrer los nuevos espacios, el enorme aljibe descubierto en los sótanos del Baluard e integrado en el museo, el paseo que recorre la muralla con una espectacular vista de la bahía y las terrazas en las que se colocarán esculturas. Estos dos últimos se recuperan como lugares de paseo para los ciudadanos y visitantes, como les comentó Teresa Pérez-Jofre, directora del museo. Fueron ella y Pere A. Serra, editor del Grup Serra y consejero del consorcio del museo, quienes acompañaron al matrimonio y respondieron a sus muchas preguntas.
Pérez-Jofre les habló de las murallas, de cómo el Baluard de Sant Pere fue un fuerte militar durante quinientos años, después casi un basurero y cómo, finalmente, gracias al museo se recupera para todos como institución pública cultural. La potente arquitectura del aljibe, que en la Edad Media llegó a albergar hasta 2,5 millones de agua para abastecimiento de los barcos, les llamó poderosamente la atención. Pérez-Jofre les contó que los barcos que surcaban el Mediterráneo camino de Oriente y de Àfrica llenaban sus bodegas en el mismo, del que se ha llegado también ha recuperar el pasillo por el que iban las mangueras, ganado así una nueva entrada para el museo por el Paseo Marítimo, además de la de la Porta de Santa Catalina. Ambas conectan dos partes de la Ciutat. La directora les apuntó que el aljibe, además de exposiciones temporales, albergará una museo de historia de las murallas.