Juan Narciso Quintanilla vive en La Habana y, hace tres meses, recibió una invitación para venir a trabajar a Mallorca. En la Isla, tenía que realizar una serie de esculturas para la exposición que ayer se inauguró en el Almacén de Mármol y Granito Antonio J. Carreras. El resultado han sido 15 piezas de varios formatos que los numerosos asistentes a la presentación pudieron admirar.
«Mis esculturas siempre están muy ligadas a la naturaleza», afirmó Quintanilla. El autor «interpreta» los elementos y les confiere sus propias «ideas e imágenes». Sus referentes cubanos se han unido, en esta ocasión, con los mallorquines. De esta manera, «el sol, el coral o el ser humano» se han mezclado con «los molinos o las palmeras» de la Isla.
Los proyectos, plasmados en bocetos, nacieron en Cuba. Aquí, se materializaron las ideas. «Durante dos meses y quince días, he estado trabajando cada día para terminar correctamente la exposición». Quintanilla aseguró no haber sentido «en exceso la presión», aunque sí tuvo algún momento de «estrés». «Es normal, buscaba la perfección».
Quintanilla ha trabajado con tres mármoles diferentes. Por un lado, «el blanco de Carrara». Por otro, el «negro marquina» y, por último, el rojo «de Alicante». «Utilizo diferentes mármoles para tener múltiples posibilidades y dar ritmo a las esculturas». Cada idea tiene su material aunque, a veces, «juego con los colores y los ensamblajes». Si sólo usa un color, realiza «cortes incisivos en la piedra para dotar la obra de una mayor diversidad».