El tradicional concierto en el Torrent de Pareis se celebró ayer, fiel a su cita, en una jornada que puede calificarse de éxito total. Si el pasado año el estado del lugar y la amenaza de lluvia restaron afluencia de público, este año todos los elementos se conjugaron para que el numeroso público congregado, unas 3.000 personas, disfrutara de un extraordinario concierto en un marco incomparable, que presentaba un estado inmejorable para la comodidad del público. Si acaso, sólo sobró el exceso de calor. Llorenç Huguet, presidente de Sa Nostra, abrió el acto con una palabras de recuerdo y agradecimiento para Josep Coll Bardolet, creador de la iniciativa. El concierto tuvo una dedicación especial para el obispo Teodor Úbeda, habitual de la cita y recientemente fallecido.
El pintor Coll Bardolet, por su parte, agradeció las palabras de Huguet y aseguró que acudirá cada año al concierto «hasta que el cuerpo aguante», añadiendo que se sentía muy orgulloso de haber sido uno de los creadores de este concierto, que este año llega a su 40 edición. El concierto corrió a cargo del grupo vocal The Swingle Singers que, primero acompañados de contrabajo y percusión y posteriormente a capella diversas obras, en un recital que muchos de los asistentes calificaron de extraordinario.
De destacar el comportamiento del público, respetuoso en todo momento con los intérpretes y con la música, pese a que el escenario no era el habitual para la música. Como cada año, se vieron muchas sillas e, incluso, algunos aprovecharon para merendar.