MARTÍN GARRIDO BARÓN
El artista Miguel Reche expone sus últimos trabajos en la galería
Juan XXIII, del Port de Pollença. La muestra se inauguró el 26 de
junio y podrá verse hasta el día 25. El artista almeriense, que
lleva afincado en nuestra Isla desde 1975, cuando expuso por vez
primera, basa sus tradicionales composiciones en la impresionante
variedad cromática del paisaje Mediterráneo que lo vio nacer. Para
él «no hay otro lugar como Mallorca», que él define como «un
minicontinente, porque hay montaña y hay llano, además de millones
de matices que ayudan a profundizar en la luz».
Antes de escribir, Reche «ya dibujaba», aunque él no cree «que su vocación sea algo heredado, ya que en mi familia ha habido varios músicos, pero ningún pintor». Por otra parte, siendo niño, Reche vivía en el campo y «desconocía la pintura, así que, de alguna manera, podría decirse que mi vocación es virgen». A pesar de que Reche ha pasado por diversas tendencias artísticas, como el surrealismo o el arte abstracto, en su obra predomina la figuración, «si bien mis obras más recientes no se parecen a las de mis principios. Ahora mis pinceladas son más fluidas, uso más la síntesis».
A Reche la pintura moderna le parece un caos. «Podría caracterizarse por el todo vale». Sin embargo, «el tiempo se encargará de separar el grano de la paja», asegura. «Aun así, creo que cualquier tendencia sirve para expresarse cuando se tiene algo que expresar».