Los alumnos esperaban, sentados entre el público, su turno para tocar. Algunos estaban nerviosos y, otros, no. Su objetivo consistía en demostrar lo aprendido durante el curso escolar en el Conservatori Professional, un curso cuya sección de Música de Cámara celebró ayer su final de curso en el Teatre Municipal de Palma.
La percusión se encargó de iniciar la actuación con «Go Between», una pieza de Wiener. El xilófono y la batería dieron paso al piano a seis manos y a «Bai» del compositor Carbonell para, después, dejar paso a la guitarra. Los violines y violoncelos se convirtieron, a partir de ese momento, en los protagonistas. En total, participaron en el acto una veintena de alumnos.
Maria del Mar Margarit y Aitana García fueron dos de las intérpretes. Tocaron «Sonata en Sol» de Telemann, «una pieza no muy complicada pero cuya dificultad radica en la puesta en común entre los compañeros», afirmó García. Durante dos meses, las cuatro jóvenes encargadas de interpretar la pieza dedicaron una hora por semana a ensayar la obra. «Los conciertos nos ayudan a dejar de lado la vergüenza», aseguró Margarit. Una vergüenza que dejaron de lado por unos instantes para poder demostrar lo aprendido.