MARTÍN GARRIDO BARÓN
Hoy, a las 19.30, se inaugura la exposición del pintor Rolf Knie,
que, diez años después de haber expuesto por vez primera en la
Isla, regresa a la galería Joan Guaita-Art para mostrar una parte
representativa de su obra, un interesante y cariñoso recorrido por
el encantador mundo del circo que tan estrechamente está ligado a
su existencia, tanto humana como artística. La exposición
permanecerá abierta al público hasta el veinticuatro de julio. Knie
nació en el seno de una familia con doscientos años de tradición
circense y, antes de dedicarse plenamente a la pintura, ejerció de
domador. Sin embargo, como él mismo aclara, «no he dejado de
dibujar desde que era un niño, todos mis libros de la escuela están
plagados de garabatos».
El circo siempre ha sido una de las temáticas más trilladas por los artistas de todo el planeta, arlequines, fieras y trapecistas forman parte de las mejores obras maestras de nuestro tiempo. Knie lo sabe, y por eso continúa los pasos de los genios que tanto admira, Picasso, Lautrec...
Para Knie, el arte actual «es un callejón sin salida por el que los artistas más jóvenes se aventuran en busca de nuevos caminos que no llevan a ninguna parte». Según éste creador, muy ligado a Mallorca, un artista debe conocer la técnica, saber dibujar guiandose por la estética, y es por eso que no comprende demasiado bien el caótico panorama artístico de nuestros días.