El pintor Andreu Terrades ha reunido su obra de poesía visual, desde 1975 hasta 2003, para mostrarla toda, por primera vez, en la exposición que esta tarde se inaugura en la galería Ferran Cano. Con este acontecimiento se conmemoran los treinta años de vida del espacio que comenzó su andadura en 1973 como la mítica Quatre Gats, una galería «de resistencia».
La historias de Ferran Cano y Andreu Terrades tienen en común que Quatre Gats abrió con una muestra colectiva, en la que estaba el pintor, y que éste también hizo allí su primera individual. Luego siguieron. Junto a la muestra -en la que las obras no están a la venta-, se ha editado un libro, con la colaboración del Govern, que servirá para dar a conocer un género, la poesía visual, sobre el que «los teóricos aún no han profundizado, no se ha reglamentado», dice el artista, que echa en falta un análisis «desde la universidad».
La poesía visual de Andreu Terrades es menos conocida que su pintura porque se trata de «un ejercicio más íntimo», producto de años, que él siempre había soñado editar en una publicación, pues la concibe «como una historia completa» que desarrolla una idea hasta el final, como sucede en una novela. En su caso, la historia, más conceptual y abstracta que narrativa, surge de la «conjunción de imágenes y palabras». «Esta exposición respira un espíritu, el mismo de cuando empecé, lo que me dice que no iba tan errado, ves que has hecho un camino, has evolucionado, buscado nuevas soluciones, incluso en un trabajo como éste, una obra poco convencional, muy personal, una labor que se ha ido acumulando y de la que pensaba que difícilmente se iba a poder ver en conjunto», comentaba el pintor.