C.VENY/M.DÍAZ
El buen día de playa no impidió que pequeños y mayores eligieran la
mañana de ayer para acercarse a un centro de arte. El Día
Internacional del Museo se celebró en Palma y Manacor con distintas
actividades y una jornada de puertas abiertas. «Estamos muy
contentos de la respuesta del público con esta celebración», decía
ayer Joana Maria Palou, directora del Museo de Mallorca, mientras
iba de un lado a otro por el patio del centro, convertido por una
mañana en bullicioso taller de pintura.
«En la fiesta de ayer por la noche hubo más de 500 personas, muchas de ellas no habían estado nunca en el museo, así que se cumplió uno de nuestros propósitos con estos actos, el de publicitarlo y darlo a conocer», aseguraba Palou. Era la primera vez que Mallorca celebraba por todo lo alto el Día Internacional del Museo, instituido en 1977 por la UNESCO. En Palma, el Museo de Mallorca, Can Marqués y la Casa Museo J. Torrens Lladó exhibieron ayer tres exposiciones con un lema en común, los abanicos. El público pudo visitarlos en la jornada de puertas abiertas. Y en el Museo de Mallorca, tras desayunar croisants con chocolate y zumo de naranja autóctona, niños y niñas de distintas edades, algunos llegados de Muro, pudieron participar en el taller «Pintar ventalls».
Neus Barber, de Can Marqués, expuso una selección de 25 abanicos datados entre el XVIII y principios del XX, un préstamo de la coleccionista Adela García Germán, y en la Casa Museo Torrens Lladó se exhibían abanicos ilustrados por pintores contemporáneos como Josep Guinovart, Pep Guerrero, Ramon Canet o Guillem Nadal, entre otros. El ciclo dedicado a este complemento de la indumentaria femenina se cierra en el Museo de Mallorca. Allí, los abanicos forman parte de una selección de cuadros de pintura mallorquina, retratos de damas que usaban vental.