«Taché a Pelaires» es el título de la exposición que expresa la «amistad» entre dos galeristas con nombre propio, el catalán Carles Taché y el mallorquín Pep Pinya. La muestra se nutre de las obras de «cada uno de los artistas» que representa la galería barcelonesa y el conjunto da lugar a una lectura de «la historia de una pasión», la de Taché respecto a sus pintores y escultores.
La lista de artistas que, a partir de esta tarde, inauguran en el Centre Contemporani Pelaires está integrada por Chema Alvargonzález, Frederic Amat, Eduardo Arroyo, Joan Brossa, José Manuel Broto, Miguel Àngel Campano, Lawrence Carrol, Jordi Colomer, Tony Cragg, Manel Esclusa, Jannis Kounellis, Catherine Lee, Lluís Lleó, Carlos Pazos, George Rousse, Antonio Saura, Sean Scully, Vicenç Viaplana y Cornelia Parker.
Cada uno de ellos, explicó Taché, ha colaborado en la selección de las obras que han viajado a Palma por lo que no se trata sólo de una colectiva, sino de una muestra de conjunto que refleja la trayectoria de esta galería puntera y de la relación de «amistad y trabajo» con sus artistas.
Tras treinta años en la brecha, Taché explica que «hemos podido completar bastante nuestro proyecto, hemos tenido la capacidad de unir artistas maravillosos y que todos ellos se convirtieran en grandes amigos». Para el galerista, la «historia de un marchante es la de una pasión». Esa es la forma en la que entiende una profesión que, en su caso, surgió de una educación en el arte junto a un padre coleccionista y amigo de artistas. Por ello le satisface que su hijo Pablo continúe esta «herencia cultural que recibimos de nuestros padres, como sucede a Pep Pinya con Frederic».
Por su «cuadra» de nombres de primera fila, le interrogamos sobre cómo funciona su ojo a la hora de elegirlos entre las propuestas que le llegan. «Lo más importante es la mirada, poder ver cuál crees que está más próximo a tí y por eso debes trabajar con él, de su obra debes reconocer cuáles son las mejores».
Respecto a la exposición que hoy se inaugura, añade que «están todos nuestros artistas, sin discriminación, cada uno sabe en lo que participa y las obras que forman la exposición se pueden ver con una mirada individual y con una colectiva sobre el trabajo de la galería; conceptualmente está pensada como cuando viajas a una feria, donde quieres que en tu espacio resalte cada artista y que, al mismo tiempo, convivan en el conjunto». Es, en definitiva, la materialización de una trayectoria.
Como galerista y coleccionista, Taché asegura que «lo importante es contactar con la gente que ama el arte y cuando ves que alguien vive tú misma pasión le ayudas a materializarla, le ofreces todas las facilidades para que pueda llevarse esa obra con la que conecta». En los últimos años, el coleccionismo español «es más selectivo, está más preparado, se compra la obra por la obra, no con intención decorativa».
La muestra ha contado con la colaboración de Lloyds Bank y Ribé Salat.