Pocas rosas, muchos libros. Mucha gente, muchos niños. El Dia del Llibre, celebrado ayer, sacó a las calles de Palma a infinidad de ciudadanos ansiosos por reencontrarse, por un día o como cada día, con la lectura. Aprovecharon la mañana soleada y la tarde primaveral para rebuscar entre los expositores, para encontrar aquella novela anhelada o para perderse entre la multitud. La multitud fue, precisamente, la principal protagonista de la jornada, junto con los libros, ya que inundó el centro de Ciutat.
Tal vez fue el sol o la coincidencia con Semana Santa. O tal vez fue la llamada de la literatura. La gente respondió bastante bien al Dia del Llibre. «Pensaba que vendrían menos personas, sobre todo niños, ya que este año nos han fallado las escuelas por las vacaciones de Semana Santa», aseguraba Miquela Serra de la librería Quart Creixent. Los niños fueron, sin embargo, muy numerosos a lo largo de la jornada. Siempre acompañados por sus padres, hojeaban las ilustraciones coloristas de los libros destinados a los más pequeños. «Este año puedes escoger uno con letras porque ya has aprendido a leer», le decía una madre a su hijo. Y, el hijo, buscó uno con letras.
En la Plaça Major, los expositores se mezclaron con el mercadillo que puebla el lugar habitualmente. «Hay un ambiente especial, todos los stands se han integrado muy bien», aseguraba Xavier Abraham, de la librería Sagitari. Fue aquí donde Joan Fageda, alcalde de Palma, compró dos libros: «Paràbola i clam de la cosa humana» de Miquel Àngel Riera y «Poesia amorosa completa» de Joan Margarit. «Me encanta la poesía, siempre recomiendo a Verdaguer», afirmó. Fueron sus dos últimos poemarios como alcalde en el Dia del Llibre.