Restaurar el edificio respetando sus características y, a la vez, ir más allá y realizar varias actuaciones para renovar las instalaciones y adecuarlas a las necesidades actuales. El proyecto de rehabilitación del Casal Balaguer combinará el respeto con la innovación para lograr recuperar el esplendor de la construcción nacida en el siglo XIV. Las reformas que se llevarán a cabo supondrán la intervención en buena parte de los 2.500 metros cuadrados del casal, lo que significará una inversión que rondará los tres millones de euros y que procederá del Ajuntament de Palma y de Caja Madrid. «El Balaguer es un testimonio directo de la vida y la historia de Palma, un símbolo destacado de cada una de las épocas que le ha tocado vivir», aseguró Joan Fageda, alcalde de Ciutat. Su estado actual requiere la restauración, sobre todo la zona de las cubiertas, ya que se encuentra en muy mal estado debido a las goteras.
Entre abril y mayo de este año se convocará el concurso que designará al encargado de realizar el proyecto. Entre junio y septiembre, se decidirá quién será y, acto enseguida, empezarán las obras que, en un principio, tendrán una duración de 30 meses. De ahí que se prevea que la restauración finalice en 2006. Primero se habilitarán los tejados y, después, el edificio. «La reforma ha tardado mucho porque los proyectos han ido cambiando», aseguró Antoni Garau, director del Cercle de Belles Arts.«El objetivo de la rehabilitación es exponer el casal como un ejemplo de la ciudad y de cómo ha ido creciendo a lo largo de los años», comentó Francesc Pizà, uno de los arquitectos, junto con María José Duch, Eva Prats y Ricardo Flores, encargado del proyecto. La planta baja será una de las que más cambiará. «Con la transformación, se aproximará a cómo era en el siglo XVIII», según Pizà. La sala de exposiciones actual se desplazará a la izquierda, ocupando el antiguo local de Yanko. Para lograrlo, se recuperarán las arcadas, en el presente cerradas por muros. Tras realizarse una cata en la base de uno de los pilares, se descubrió que la cimentación era escasa, lo que originó que se cerraran las arcadas. Una nueva cimentación permitirá eliminar los muros y ganar en espacio.
La nueva sala de exposiciones tendrá cerramientos de cristal y madera que darán al patio. De esta manera, desde el patio podrán verse los diferentes montajes y propuestas de los artistas. El patio, además, ganará metros cuadrados abarcando la antigua sala de exposiciones que formará parte del zaguán y que también contará con las arcadas recuperadas. La planta noble del Casal Balaguer se reconvertirá en casa-museo a través de la restauración y la consolidación de sus elementos más característicos. La planta porches, por su parte, será otro de los lugares que ganará en espacio y en el que más se trabajará. «Aprovecharemos nuevos lugares que, en la actualidad, no pueden utilizarse», afirmó el arquitecto. Un vestíbulo central dará paso a las nuevas salas que contendrán talleres en los que se podrán realizar diferentes actividades culturales.
Por último, la planta cubiertas, cuyo mal estado ocasiona muchos de los problemas del Balaguer, se rehabilitará por completo. Una de las novedades será una nueva terraza. «Hemos descubierto un añadido, una cubierta plana, que eliminaremos para poder situar una terraza que tendrá unas vistas de Palma espectaculares», según Pizà. Al encontrarse en el centro de la edificación, su construcción no alterará la imagen del casal. Un estudio previo arqueológico e histórico sirvió de base a la restauración. A través de él, los arquitectos conocieron los secretos y el pasado del Casal Balaguer que les permitieron acometer el proyecto. Un proyecto que gana nuevos espacios y que devolverá el esplendor perdido al edificio, un esplendor que desapareció a base de goteras y humedades.