Una quincena de miembros de la Reial Acadèmia Mallorquina d'Estudis Genealògics, Heràldics i Històrics pidió ayer al Capítol de la Seu que se conserve la rica memoria histórica que hay despositada en este templo y mostró su deseo de que el proyecto tenga la suficiente dignidad para estar en la Seu. Esta petición la realizaron en el transcurso de una visita que organizó el Capítol catedralicio con el fin de explicar a los miembros de esta institución la intervención que Miquel Barceló está llevando a cabo la Capella de Sant Pere de la Seu.
Esta academia, junto a ARCA, fue el organismo que con más contundencia mostró públicamente su preocupación por esta intervención, ya que el proyecto del artista llevaba aparejado la retirada de numerosos elementos -entre ellos un retablo neoclásico y diversas sepulturas-, cuyo destino consideraban que era incierto.
Joan Bestard, presidente del Capítol, ofreció todo tipo de explicaciones a los académicos, contestando a sus preguntas y mostrando in situ dónde se colocarán cada uno de los elementos que se retiren, además de asegurarles que las piezas que han resultado dañados en el desmonte -en especial algunas partes del sepulcro del obispo Bernat Cotoner- serán restaurados.
En este sentido, Romà Piña, presidente de la Reial Acadèmia Mallorquina d'Estudis Genealògics, en nombre de los académicos, aceptó estas explicaciones, que responden a una petición efectuada por Piña mediante una carta y donde se pedía que se informara de los cambios que se pensaban realizar. «Hemos visto un gran interés en salvar los elementos salvables y dentro de la filosofía de substituir elementos ya existente por otros nuevos, filosofía que no compartimos, reconocemos el esfuerzo del Capítol por conservar las cosas.
Ahora, esperemos que el coste que supone retirar una capilla de la Seu valga la pena y que lo que haga Barceló tenga la suficiente dignidad para estar en la Seu», dijo Romà Piña. El presidente quiso, sin embargo, reiterar su opinión de que ninguna intervención moderna en la Seu debe eliminar algo que ya existe y, en este sentido, todos los académicos coincidieron en señalar que «los nuevos artistas han de intervenir en espacios nuevos». Y añadió: «A nivel personal me duele que hayamos tenido que eliminar toda una capilla ya existente en la Seu para que entrara el arte de Barceló».