La Fundació la Caixa presentó ayer una nueva edición de los Concerts Familiars, que este año cumplen diez años. El programa, dedicado a los más pequeños y a sus padres, incluye cuatro actividades diferentes centradas en la música pero que están en contacto con otras disciplinas.
El 8 de febrero, Max Vandervorst realizará «L'home d'aigua». El luthier salvaje, como él mismo se denomina, recicla botellas de plástico que utiliza como instrumentos. Al final, público y músico se unen en una rumba. El 22 de febrero, La formación Cantabile ofrecerá Molto Cantabile. El cuarteto combina el humor con la música. «Dominan todos los registros, desde la música clásica hasta las canciones de Frank Sinatra», aseguró Ignasi Miró, del Servei de Música de la Fundació. De esta manera, la formación repasa «todos los estilos».
El barítono Jordi Ricart, el clarinetista Robin Green, el violoncelista Lito Iglesias y el pianista Jordi Vilaprinyó interpretarán el 8 de marzo «La gran bugada». Se trata de una pieza contemporánea de un compositor inglés y cuenta «las historias que le pasan a una lavadora». En el centrifugado final, participa todo el público. El 22 de marzo, por último, será el turno de Mark Withers y Pete Letanka con «Un hurra per Hollywood!». Mediante esta actividad, los asistentes elegirán «una banda sonora» que sea apta para la película muda «Rostre pàl·lid» de Buster Keaton. «Escogerán los motivos musicales que encajen mejor para el filme».
La edad recomendada para asistir a las actividades es de 4 a 12 años. La finalidad es «acercar la música al público», un público en el que recaerá mantener el interés por los conciertos. «Los más pequeños conformarán el futuro de la música». De ahí la necesidad de que conozcan los diferentes estilos de una manera amena, «el humor siempre ayuda a entender mejor las cosas», y de «una forma agradable» sin obligar a «adquirir los conceptos» sino disfrutando de ellos.