Un cantante enamorado del amor y de las mujeres, «dos elementos inseparables». Dyango lleva toda su carrera musical cantando al romanticismo. 35 años después de empezar, el músico se mantiene en forma y, durante la Revetlla de Sant Sebastià, lo demostrará en la plaza de Cort.
-¿En el concierto recorrerá sus 35 años en el mundo de la música?
-La gente espera siempre las canciones que conoce, las tradicionales. Pero también interpretaré mis temas nuevos, un recopilatorio que recupera los himnos al amor más conocidos.
-¿Es necesario recordar a la gente las canciones románticas clásicas?
-Es importante recordarlas para dar a conocer lo que se hacía en aquella época, ya que hoy en día hay pocas posibilidades de escucharlas. Son temas maravillosos. Mi próximo disco, que saldrá el día de los enamorados, tratará la misma temática.
-¿Cómo ve el romanticismo hoy en día?
-La gente necesita enamorarse y, cuando está enamorado, ser él
mismo. El amor no puede desaparecer. La música no tiene sentido si
no está basada en el amor, no tengo otra visión del mundo de la
música. No hay nada mejor.
-¿Las canciones románticas deben tener un ritmo lento?
-Los temas con un tiempo más vivo no son tan emotivas que las lentas. Se puede cantar un cha cha cha y entonar palabras de amor, pero no creo que sea lo mismo. Sin embargo, la música melódica, para mí, es ideal para cantar al amor.
-¿Los jóvenes de hoy en día no se interesan por el romanticismo?
-No estamos enseñando a los jóvenes, ni musical ni intelectualmente, piezas interesantes. La música, en la actualidad, es un negocio. Nuestro pecado ha sido no mostrarles lo que significa la música, no sólo la melódica, sino toda. Los culpables de esta situación son los capos de la industria, quienes buscan el producto fácil y cómo consumirla lo más rápidamente posible.
-Usted es un gran enamorado del jazz.
-Me encanta por ser la música que nace del alma cuando se está
interpretando. Pero, para grabar un disco de jazz, están los
grandes maestros, no yo. Conozco mis limitaciones.