Los herederos del humanista, mecenas del arte y gran bibliófilo, Bartomeu March, venderán a una importante casa de compra y venta de obras de arte de Madrid el cuadro de Francisco Goya titulado «La maja y la Celestina», una obra que se encontraba en la Fundació Bartomeu March, según el libro de José Gudiol «Goya 1746-1828. Biografía, estudio analítico y catálogo de sus pinturas».
La venta se realiza después de que el Consell de Mallorca, el Govern balear y el Estado español renunciaran a los derechos de tanteo y retracto que le corresponde debido a que la obra esta catalogada como Patrimonio Histórico. Manuel y Leonor March Cencillo y Javier y Ana Chico de Guzman son actualmente los propietarios de esta obra, un óleo sobre tela que el artista pintó entre los años 1805 y 1812 y que tiene un precio de venta de 14.481.122 euros (unos 2.500 millones de pesetas).
La obra refleja las grandes contradicciones de la vida. En ella, Francisco de Goya no refleja a la Celestina como lo hacen otros artistas coetáneos, sino que lo hace con un dramático contraste entre vejez y juventud, como una verdadera oposición que obliga al artista a dar un tratamiento de luz diferente a cada una de las figuras: opulencia de forma y de luz, calidades variadas de textura en la joven y tintas obscuras y ritmos concretos en la mujer mayor. Como curiosidad de la pieza hay que decir que la modelo joven que aparece en la obra fue la misma que Goya utilizó en la obra «Alegoría del dos de mayo».
La venta de esta obra coincide en el tiempo con las negociaciones, que están a punto de cerrarse, que los herederos de Bartomeu March mantienen con la Conselleria d'Hisenda del Govern balear en relación al pago de los derechos sucesorios del mecenas, por el cual el ejecutivo autonómico balear ingresará unos doce millones de euros, unos 2.000 millones de pesetas.