El campanario de la basílica de Sant Francesc, en muy mal estado desde hace años, volverá a recuperar su elegancia con la rehabilitación anunciada ayer para la que el Consell de Mallorca aporta 90.151'82 euros. En el convento de los franciscanos se firmó el convenio de colaboración por parte de Maria Antònia Munar, presidenta del CIM, y Jaume Genovart, responsable del convento.
Según Sebastià Gamundí, arquitecto que dirigirá la restauración, el campanario sufre una patología provocada por los hierros interiores que entonces se colocaban para unir las piedras y que, a la larga, han ocasionado el deterioro al oxidarse y reventar el marés. La rehabilitación cambiará estos elementos por otros de acero inoxidable. La iglesia y el claustro son de estilo gótico y el campanario se construyó en una intervención barroca posterior. De planta cuadrangular, está coronado por una linterna hecha en 1734.
El padre Genovart explicó que cuando se construyó la iglesia, que se abrió al culto en 1317, el campanario tenía dos pisos menos y fue en el siglo XVIII cuando se le añadieron dos más porque la escasa altura anterior no permitía que se oyeran las campanas. Todos los firmantes del convenio coincidieron ayer en el actual «estado ruinoso y peligroso» del campanario y en la urgente necesidad de rehabilitación. Munar explicó que los problemas del mismo afectan a los de otras iglesias de Mallorca, un problema que «conocemos perfectamente». La próxima obra a acometer sería el tejado de la basílica.