El interior de la Seu se prepara para presentar un nuevo aspecto. La restauración del retablo del Corpus Christi (1626-1655), situado en la cabecera de una de las dos naves laterales que rodean el presbiterio, es una de las próximas obras a acometer. El Plan de Catedrales financiará la rehabilitación de esta joya del arte barroco que se adjudicará por concurso público del Ministerio de Educación y Cultura.
Junto a la intervención de Barceló en la Capilla de Sant Pere, que se presentará mañana públicamente con presencia del artista, ambos trabajos completarán la zona más noble del interior de la Catedral, presidida por el baldaquino de Gaudí sobre el altar mayor y el resto de elementos diseñados por el arquitecto catalán. «El del Corpus Christi es el rey de los retablos de Mallorca», comenta Pere Joan Llabrés, delegado diocesano de Patrimonio. «Cuando finalice Barceló quedarán tres ábsides muy dignos». El Cabildo solicitó que la restauración se incluyera en el Plan de Catedrales y el Ministerio envió a una experta para que hiciera un anteproyecto que permitiera elaborar un presupuesto. Éste se presentó a la Ponencia Técnica de Patrimonio del CIM. La rehabilitación, dice Llabrés, «saldrá a concurso público».
En «La Seu de Mallorca» (Edi. Olañeta, 1995), coordinado por Aina Pascual, el estudio sobre el retablo, obra del escultor Jaume Blanquer, está firmado por Marià Carbonell. Pero ya el Arxiduc, en «La ciudad de Palma», 1882, escribía que «es muy rico y está maravillosamente tallado». Y mucho antes, en 1623, el cronista Dameto narraba: «Se está acabando de fabricar un grandioso retablo para la capilla que llamamos del Corpus Christi». Fue una donación del mercader Antonio Anglés. Marià Carbonell apunta que el autor del retablo, Jaume Blanquer, «es el más celebrado del escultor y arquitecto mallorquín de la época. Respecto a la iconografía, la Eucaristía, que Llabrés define como «uno de los fundamentos de la Iglesia», Marià Carbonell apunta: «Tenía una enorme difusión entre la comunidad católica para contrarrestar las ideas protestantes sobre el valor del sacramento».