El Plan Territorial dedica un amplio apartado a la protección del patrimonio urbanístico y arquitectónico con una doble filosofía. Por un lado, «establecer pautas de necesario cumplimiento para garantizar el control», y por otro la protección y promoción» mediante nuevas propuestas.
Entre las novedades destaca la de declaración de nuevos conjuntos histórico-artísticos a Sóller, Campos, Santanyí, Sineu, Pollença o conjuntos de pequeñas dimensiones «que deben quedar libres de la presión urbanística de poblaciones mayores», tal es el caso de Ruberts, Biniali, entre otros.
El plan revisa los lugares que ya tienen una declaración
patrimonial, pero que, a entender de los técnicos redactores del
documento, las normas que regulan su protección son deficientes:
Deià; Valldemossa; Alcúdia; la zona Valldemossa-Deià como Lloc
Històric de S'Arxiduc; Binissalem o Palma, por ejemplo
La creación de rutas de interés cultural transciende el ámbito
turístico para ampliar «el conocimiento patrimonial». Y sería «un
punto de partida» para la inversión en infraestructuras y la
promoción de poblaciones menos desarrolladas.