El pintor Vicente Pascual Rodrigo ha regresado a Mallorca con su obra para una exposición retrospectiva que se muestra en la Planta Entresòl del Casal Solleric. Residente en Estados Unidos, su trabajo se instalará en los muros del aeropuerto de Baltimore.
Los pasajeros que circulen por este espacio podrán contemplar a su paso los ocho murales de 3'8 x 14 metros a base de imágenes digitales impresas sobre cerámica. En este encargo reflejará las formas geométricas que le ocupan en las que «mi paleta se ha reducido» y donde también se da «una austeridad formal», una forma de ir entendiendo el trabajo «no como un proceso reduccionista, sino de esencializar, no se trata de quitar, sino de mantener sin perder».
Su pintura no es minimalista porque «yo trabajo para mí, no para el espectador; no me planteo la obra como comunicación, busco equilibrio, es un trabajo para adentro, no para terceras personas». Sobre la exposición del Solleric apunta que es una buena forma de que se entienda su evolución porque muestra telas que van de los años noventa hasta 2001, desde que «mi pintura era una geometría rigurosa, revestida de formas paisajísticas». Las formas «extremas de los bosques heroicos, verticales» de Indiana le afectaron «porque donde vives forma parte de ti». Hizo muchos cartones con el fin de conseguir un lenguaje y se interesó por las etnias nómadas buscando lo que ellos «un equilibrio personal».