«Como una autobiografía, un diario vivo». Un diario escrito a través de retazos de existencia creados a partir de imágenes que, a su vez, nacieron de sensaciones y vivencias, algunas de ellas «íntimas». Un recorrido por «el paraíso perdido de la infancia», aquella infancia que transcurrió en Mallorca y que se rememora a través de instantáneas. Un resumen de toda una vida en una exposición, «L'artista en el seu paradís», que se inauguró ayer en La Misericòrdia y que tiene como protagonista a Toni Catany.
En total, 150 obras que se articulan en torno a las tres plantas del Edifici Transparent y a la Capella del centro. «Catany no es un fotógrafo banal ni ordinario, vive la fotografía», explicó Pierre Borhan, uno de los comisarios de la muestra. La vive de tal manera que, a veces, se pasa «meses sin hacer nada» porque «no hay nada que expresar», según Catany. «Cuando trabajo no pienso en la futura exposición, pienso en mí mismo». El resultado, «imágenes que se prestan a diferentes interpretaciones» que se encuentran «en el interior de cada persona».
La retrospectiva se inauguró a finales del año 2000 en el Museu Nacional d'Art de Catalunya. En Mallorca se pueden ver las mismas fotografías, «la misma persona con otro vestido», como dijo Catany. La exposición se compone de los diferentes paraísos que el artista ha ido perdiendo a lo largo de su vida, uno de ellos su propia isla. «Cada dos o tres meses viajo a Mallorca para reencontrarme con mi tierra». Algunas de las imágenes que se incluyen son retazos de la Isla. «Me inspira casi todo lo que hago».
Observar toda una vida de imágenes, juntas en un mismo lugar, obliga a Catany a rememorar el pasado. Un primer pasado recibe el nombre de «Altars profans», las naturalezas muertas del artista. Membrillos, higos chumbos y granadas para simbolizar una de las obsesiones de Catany: «El paso del tiempo». «En una imagen pueden incluirse flores medio muertas, símbolo de que el tiempo deja huellas sobre los objetos». Esta idea se repite a lo largo de su obra al igual que la belleza. «Hay suficientes desgracias en este mundo como para enseñar la parte fea», aseguró el artista. «Ya que puedo escoger, escojo cosas que me gusten, no que desagraden».