Bombalino quiere convertirse en un personaje oficial del circo pero, para lograrlo, debe pasar una prueba: hacer que el público disfrute. «Gritad todos para luchar contra el estrés». El joven público chilla. «¡Bien!», dicen todos. Todavía no ha logrado su papel pero tiene la clave: una lucha de forzudos. Estamos en «El circo Malvarrosa», la primera obra del IV Festival Internacional de Teresetes que La Estrella ofreció ayer en el patio de La Misericòrdia.
Para ganarse al abundante público que asistió al acto, Bombalino se bajó del escenario. «¿Os gusta la violencia?», preguntó. «La violencia real mata a mucha gente», aseguró. «Gritad conmigo que no os gusta». Los niños, asustados, gritan que no les agrada. De esta manera, Bombalino se convierte en parte de la historia. El espectáculo empieza con la actuación de un forzudo, Cartoni, que se dedica a partir piedras con sus manos. Después, su hija Papelina le acompaña en una pieza acrobática en la que la joven vuela por encima de las cabezas de padres e hijos asustados.
Arístides Mano de Anca releva al forzudo. Sus trucos llaman la atención de Casandra quien, por la emoción, se muerde las uñas. A su lado, otra joven permanece atenta al circo. «Me gusta porque me divierte», dice Andrea. Mientras observa se entretiene comiendo una fresa. «El payaso es el mejor». El payaso es el mismo actor que interpreta todos los personajes. «Hay muchos, ¿verdad?». Josefina, la madre de Andrea, también sigue la historia. «Me gusta que mi hija vea cosas nuevas». Estamos en el circo, un universo de novedades.