Historiador del arte, urbanista, téorico. Con Antonio Bonet Correa se puede hablar de muchas cosas relacionadas con la práctica artística: de vanguardia y contemporaneidad, de patrimonio, mecenazgo, museos. Una larga carrera lo confirma. Como catedrático de Historia del Arte, ha desempeñado cargos que le han situado en primera línea, en la que continúa como académico director del museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. La institución, propietaria de una colección de obras que, originariamente, pertenecieron a Manuel Godoy, acoge la exposición «Poéticas modernas», obra sobre papel de la Colecció y de la Fundació d'Art Serra.
"¿El mecenazgo adquiere hoy un nuevo
protagonismo?
"Los mecenas siempre fueron necesarios
y en nuestra época más. El Estado en el XVIII, antes la Iglesia,
los monarcas eran los mecenas. En el mundo contemporáneo el
mecenazgo es un estado superior de la civilización burguesa
capitalista y España, en este aspecto, estaba un tanto retrasada.
Hoy los hombres de empresa son conscientes del mecenazgo que pueden
ejercer.
"¿Cuál es la función del museo público y cuál la del
privado?
"Los museos públicos, que nacen con la
Revolución Francesa, las colecciones públicas, son necesarios, son
las depositarios, y lo siguen siendo, de las grandes obras de un
pueblo, una nación. En el mundo contemporáneo las colecciones
privadas se convierten en públicas, por así decirlo, en el momento
que se abren para disfrute de la colectividad. Ahí hay una
aportación de la sociedad avanzada capitalista, supliendo algo que,
a veces, el Estado no puede atender porque tiene otras necesidades
perentorias; por eso veo muy bien cuando las colecciones privadas
complementan esas grandes colecciones públicas, que se siguen
enriqueciendo.
"Como presidente de Arco cuando se creó la feria, ¿fue
ésta quien proyectó el arte contemporáneo español?
"El arte contemporáneo español, el de la ruptura, el de la
vanguardia, fue el ministro González Robles quien lo llevó a las
bienales de São Paulo, Venecia, Nueva York porque el desarrollismo
de los 60 quiso dar una imagen al exterior de modernidad. Eso
benefició al arte español de vanguardia. Hubo también hechos tan
concretos como que Pierre Renoir, galerista, hijo del pintor August
Renoir, viera en Madrid una exposición de los pintores del grupo El
Paso y los llevara fuera. La crítica internacional fue unánime en
el reconocimiento de Saura, Canogar, de todo el grupo, porque veía
en ellos un arte auténticamente español, con ese lado negro,
místico, expresado de una manera moderna. Arco es la consecuencia
del crecimiento de la vanguardia española y cumplió el papel de dar
a conocer al gran público el arte español. También hizo que el arte
extranjero se conociera aquí y se comprara.
"¿España cuida bien a sus artistas?
"España nunca cuidó a los artistas ni a los profesores ni a los
intelectuales ni a nadie. Sólo a los que se mueren les hacen
grandes entierros y grandes necrologías. Arroyo la llama 'madrastra
patria, madrastra España'. Este es un país en el que hay que estar
todo el día revalidando.