Juanma Bajo Ulloa ha hecho muchos trabajos, pero es conocido sobre todo como director de cine. Su tercer largometraje, «Airbag», le convirtió en un cineasta popular. Ahora se encuentra en Palma, como uno de los invitados al Festival Internacional de Cine de Balears.
"¿Siempre había deseado hacer cine?
"Yo iba para músico y a los 18 años mi vida cambió y se dirigió al
cine. Me di cuenta que con él podía expresarme más, hacer música e
incluir el componente visual.
"Y empezó a estudiar cine.
"No he estudiado nunca, y menos cine. Creo que el cine ni se
aprende ni se ensaya y que las personas que se dedican a la
docencia cinematográfica es porque o no saben o necesitan
transmitir sus ideas, su dogma. Lo único que hacen es convencer a
la gente, como el sacerdote, que suelta su discurso en misa.
"Usted es una persona que vive de noche, ¿por
qué?
"Soy incapaz de trabajar durante el día, por los ruidos. Me gusta
estar en mi piso de Vitoria tranquilamente. Me levanto a las cuatro
de la tarde y escribo hasta las cuatro o las cinco de la madrugada,
si no trabajo para nada especial. Si estoy con un proyecto me puedo
acostar a las seis o a las siete de la mañana. Me gustan las cosas
góticas y para adultos, y esto se respira en mis películas.
"¿Tiene por costumbre ir al cine?
"Casi nunca veo películas en el cine. Me las han de recomendar
mucho mis amigos. Vivo aislado de este mundo y lo redescubro cada
vez que entro en una sala. Ahora, todo el cine se hace en Madrid y
no tengo ninguna gana de ir.
"¿Cuál es el futuro del cine español?
"No lo sé, pero estoy convencido de que en España se hacen muchas
malas y muy pocas buenas. Por eso digo que está en crisis.