El Partit Popular del Consell Insular de Mallorca pidió ayer que se pusiera en manos de la Fiscalía el caso del supuesto expolio del Castell de Santueri llevado a cabo por el suizo Rupert Spillmann. El PP ofreció su punto de vista de los hechos mediante un comunicado oficial y una rueda de prensa. «Los hechos se han tapado y desviado hacia investigaciones administrativas sin que hayamos tenido noticia alguna de lo que ha pasado desde que empezaron las expoliaciones», explicó el conseller del PP Antoni Llamas.
Según el comunicado emitido por Jaume Font, portavoz del PP en el CIM, la propuesta de llevar «a las autoridades competentes» el caso para que «se abran las diligencias oportunas» y «se depuren las responsabilidades en las que se haya podido incurrir», se debe a «la manifiesta inoperatividad de los responsables de cultura del CIM» y por las «continuadas contradicciones» de sus responsables. Llamas se centró en la «completa parálisis» del PSM en el campo de Cultura, incidiendo en que gracias a la iniciativa del PP «se han recuperado 1.000 monedas entregadas por el presunto expoliador debido, probablemente, al miedo a una intervención policial o de la Guardia Civil». Respecto a esta devolución, Font explicaba en el comunicado que, el retorno, no hacía más que constatar que «se ha producido una dejadez de las responsabilidades y control por parte de los responsables».
La carta de Spillmann enviada a Ultima Hora y al semanario alemán «Mallorca Magazin» confirma, en opinión de los populares, la existencia «de un delito, y deja constancia de que no fueron hallazgos fortuitos, como defendía el PSM, sino que el suizo mismo programó, organizó y expolió sistemáticamente con el permiso del Consell de Mallorca», según Llamas. El conseller atribuyó el silencio institucional a «ambiciones personales de algunos implicados en el caso». «Se nos hace muy difícil pensar que los responsables políticos más inmediatos, como Damià Pons, desconocieran lo que pasaba». Incidiendo en este hecho, Font destacaba en el comunicado «la negativa de los responsables a querer reconocer que estos hallazgos estaban bajo la custodia del CIM».
Otro de los aspectos que el conseller quiso remarcar fue el del permiso concedido a Spillmann por el Consell para excavar en Santueri en 1998. El PSM «nos ha estado engañando constantemente», según Llamas. «El permiso sigue vigente y ni siquiera se ha tomado la iniciativa de revocar la autorización». Todas estas circunstancias han provocado la reacción y «la indignación», según Llamas, por la falta de soluciones.