Las murallas de Alcúdia recibieron en la madrugada de ayer el golpe de un camión que colisionó con un lienzo de las mismas al dar marcha atrás. El accidente provocó el derrumbamiento de una parte de la estructura, de unos tres metros de profundidad, abriendo un boquete. Miquel Llompart, regidor de Cultura y Patrimonio del Ajuntament de Alcúdia, explicó ayer que el vehículo, de la recogida de basuras, chocó con una esquina de la muralla, lo que influyó a que el accidente resultara más espectacular. Nada más ocurrir el siniestro, el personal del Ajuntament se dirigió al lugar, que fue apuntalado para evitar mayores riesgos pues la zona siniestrada se encuentra cerca del mercado y la Biblioteca Can Torró, un lugar céntrico por el que circula mucha gente.
«Se apuntaló y se esperó a que llegaran los técnicos de patrimonio del Consell Insular para que decidieran qué debíamos hacer», explicó el regidor de Cultura. Jaume Cardell, arqueólogo del CIM, se desplazó a primera hora de la mañana a Alcúdia para inspeccionar los hechos sobre el terreno. A su vuelta, Cardell explicó que el lienzo de muralla afectado pertenecía a la restauración que se llevó a cabo en la época de Gabriel Alomar.
«Aunque seguimos trabajando en la restauración y consolidación de las murallas, sobre el trozo que cayó no habían prevista una actuación porque se encontraba en buen estado», dijo el regidor. Llompart se refiere a que este lienzo «era una restauración de hace unos 40 ó 50 años», a base de sillares de marés que contrastan con el muro original de la muralla, de mortero y piedra que, según Cardell, «por suerte casi no resultó afectado». Los técnicos del Ajuntament, explicó Cardell, harán ahora una propuesta de rehabilitación del lienzo derrumbado que deberá aprobar la comisión de Patrimonio del Consell Insular.
La primera construcción de la muralla alcudienca se levantó entre 1298 y 1362. En 1543 se levantaron cuatro torres para colocar la artillería. La segunda fortificación se construyó en el siglo XVII con un trazado igual a la muralla de Palma, pero con idénticas dimensiones. Tanto la primera como la segunda muralla se conservaron hasta el siglo XIX en que, debido al saneamiento de la ciudad, fueron destruidas.