Big Mama, la conocida cantante catalana de blues, está en Palma para grabar junto a Víctor Uris «Soñar que no despierto», un tema que está incluido en el primer trabajo en solitario del armonicista mallorquín.
"¿Cómo empezó su relación artística con Víctor
Uris?
"Nos conocimos en 1988, durante un concierto
suyo en la sala Zeleste. Yo había escuchado su trabajo con la
Harmònica Coixa Blues Band y él los míos con Blueswing y The New
Blues Explosion.
"¿Y cuándo empezaron a colaborar
juntos?
"En 1991 grabé con la HCBB el «Walking
Blues»; en 1994, con Víctor y Amadeu Casas, «El blues de la
inflació»; y en 1996 «El blues de l'ombra blava» los dos solos.
Aparte Víctor ha participado con regularidad en otros discos y
espectáculos que he hecho en los últimos años.
"¿Qué nos cuenta de su último trabajo con Joan Pau
Cumellas?
"Es un disco a dúo titulado «Stir the pot».
Está concebido al estilo de los clásicos dúos de blues, es decir,
guitarra y armónica.
"¿En qué situación se encuentra hoy la música
blues?
"Se está pasando por un periodo de pocas ideas
nuevas. Echo de menos bases rítmicas innovadoras que suenen
negras.
"¿Es cierta la fama de tranquilo que tiene el músico de
blues?
"A la gente del blues no nos gusta que nos
manipulen. Esa es una de las razones por las que no entramos en
movidas comerciales. Además, desde sus orígenes, el blues es una
música que se toca más entre amigos.
"¿Y la de ser triste?
"La gente del blues
no es triste. Suelen ser personas optimistas que cuando tienen una
pena la cantan para sacarla fuera y así exorcitarla. Ocurre algo
parecido con el flamenco. Empiezas cantando tristezas y terminas el
concierto en medio de una fiesta.