Miguel Tugores es hijo de la posguerra. De orígenes humildes y firmes convicciones, este mallorquín de Pollença se considera en palabras de Antonio Machado «esencialmente bueno», aboga por practicar el arte de vivir y de hacer de la propia vida «una obra de arte». Es titulado por la Escuela de Arquitectos Técnicos de Barcelona, profesión que ha ejercido allí, en Mallorca y Madrid, ciudad donde es responsable de la Oficina Técnica de Radio Televisión Española desde los ochenta. Miguel Tugores es vicepresidente de la Asociación Madrileña de Galerías de Arte (AMGA) y dirige la galería Dionís Bennassar desde que, en 1988, este espacio mallorquín inició su andadura en la capital.
En una entrevista, que publica hoy de forma íntegra Ultima Hora en su edición de papel, Miguel Tugores asegura que «De niño me gustaba diseñar y construir barquitos de vela. También contemplaba a artistas como Roch Minue, Dionís Bennassar y Arassa que pintaban en cala Sant Vicenç. Mi faceta creativa se materializó un poco a través de la pintura. Quería expresar historias y no sabía dibujar muy bien por lo que me planteé hacer Bellas Artes pero lo descarté. Fui delineante y un poco pintor hasta que descubrí que el cine sintetizaba todas las artes y que era una forma de esculpir el tiempo. Durante los años 60 realicé cinco cortos con la cámara de un amigo y el dinero de la pandilla. Narrar una historia con la cámara fue fascinante y no descarto hacerlo en el futuro».