Jim Bird (Bloxwich, Inglaterra, 1937) es un artista modesto e inteligente. Su pasión por el arte rezuma por todos lados. Desde su estudio en Santa Maria es autor de una obra profunda y poética, una obra de gran calado que impacta al espectador. Con unas 200 exposiciones individuales a sus espaldas, la última puede verse actualmente en la galería Altair de Palma.
"Su obra tiene una gran carga poética. Además, trabaja
mucho con la poesía. ¿Cómo se relaciona el arte y la
poesía?
"Toda literatura buena, especialmente la poesía, tiene como
intención hacer visible lo invisible. Quizás la literatura en
general no es tan sofisticada porque explica lo conocido de una
forma más compacta y entendible. Pero la poesía intenta dar a
conocer las cosas que normalmente las personas no pueden ver. Es
aquí donde se relaciona con el arte. La abstracción consiste
precisamente en esto, hacer visible al espectador aquello que no
puede ver. Un cuadro de un paisaje puede transmitir sentimientos,
sensaciones, recuerdos... pero reproduce una cosa que ya existe. En
la pintura abstracta, en cambio, lo que se crea es completamente
nuevo. También puede ocurrir con la música, pues crea imágenes
mentales.
"¿Cómo le influye la poesía a la hora de
pintar?
"Procuro no pensar en ella cuando estoy
pintando. Lo que ocurre es que he leído mucha poesía y es una base
de la que uno no se puede abstraer. Un sustrato que después está en
mis cuadros.
"Recientemente ha trabajado varias veces sobre poesías
de Francesc Verdú.
"Si, pero no pinto sobre las
poesías. La relación que tenemos Paco y yo cuando trabajamos juntos
es de estimularnos mutuamente para superarnos.
"¿Cree que esta relación entre la literatura y el arte
existe hoy en día?
"Durante años hubo mucha, sobre
todo con la poesía. Grandes pintores escribían y grandes poetas se
interesaban por el arte. Hoy casi nadie lee, tampoco el pintor. Y
para pintar se necesita leer mucho.
"También defiende al artista escritor.
"Si, porque el artista ha dejado hoy en manos de gente que no ha
cogido un pincel en su vida la explicación de su obra. El artista
ha de tener habilidad para explicar su proceso creativo. ¿Cuántos
libros se editan hoy de artistas?
"No es éste un papel que corresponde a la
crítica.
"Críticos hay muchos, pero buenos muy
pocos. La crítica ha de ser constructiva, aunque la obra no les
haya gustado. Los buenos críticos son aquellos que no sólo va a
exposiciones, sino que van a los estudios y conocen los problemas
que tienen los pintores para expresarse. Hoy es más corriente
meterse con la personalidad del artista que con su obra. A
Motherwell se le atacó mucho no por su obra, sino por ser un
americano de gusto afrancesado.