La película «A Beautiful Mind», principal ganadora de la 59 edición de los Globos de Oro con cuatro galardones, se ha convertido en la favorita de cara a los Oscar. Conocidos como la antesala de los Oscar por su capacidad de predecir los nombres de los futuros candidatos a ese galardón, los Globos de Oro rindieron el domingo por la noche sus principales honores a este drama biográfico dirigido por Ron Howard.
Aunque él no pudo concluir la velada con la estatuilla en la mano, su sonrisa de felicidad parecía decir lo contrario, pues disfrutaba de los otros cuatro premios conseguidos por un filme que ha sido descrito como su «obra más madura». «Fue sensacional empezar la noche con el premio de Jennifer», relató lleno de alegría cuando recordó que el primer galardón fue a parar a Jennifer Connelly por su trabajo como actriz secundaria en este filme. Después vendrían los premios al mejor guión; al mejor actor, para Russell Crowe, y al mejor drama del año.
«Todas las películas con las que competíamos eran maravillosas», reconoció Crowe en un extraño gesto de humildad de un actor conocido por su orgullo. Sin embargo, sus palabras fueron el mejor resumen de una ceremonia en la que, pese a la ventaja de «A Beautiful Mind», hubo premios para todos. «Moulin Rouge», su principal rival, se hizo con dos de los galardones, entre ellos el de mejor comedia musical y el de la mejor actriz en esta categoría, que fue a parar a manos de Nicole Kidman.
Esos premios eran los únicos que se habían vaticinado en esta fiesta de Hollywood, donde la mayor sorpresa fue la elección de Robert Altman como mejor director por su trabajo en «Godsford Park». «Confío que con estos premios demos por acabada la velada», bromeó Bazz Luhrmann, el realizador de «Moulin Rouge». Aunque hubo grandes muestras de humor y diversión, esta gala se convirtió en un ensayo general de lo que serán estos eventos tras el 11 de septiembre.