Dos telas de Joan Miró, de formato vertical, con predominio de las tonalidades azules y pintadas en 1972, pasarán a integrarse en el patrimonio de Balears como pago de los derechos de sucesión de la viuda del artista, Pilar Juncosa. Las telas, valoradas en 30 millones de pesetas, suponen el 30% de los 210 millones que los herederos tenían que abonar a la Conselleria d'Hisenda i Pressuposts.
Los dos cuadros, además de las tasaciones realizadas por las administraciones, han pasado una realizada por la empresa Sotheby's. A diferencia de la práctica habitual en estos casos, las obras son parte del legado que recibe la familia en herencia.
Aunque la familia Miró preferiría que los dos cuadros mencionados se ubicaran donde hubiera más obra del artista, como la Fundació Pilar i Joan Miró, parece que el conseller d'Hisenda i Pressuposts, Joan Mesquida, tiene preferencia para que se coloquen en alguna dependencia destacada del Govern de les Illes Balears.
El acuerdo entre la familia y la conselleria está pendiente del preceptivo informe de la Comissió de Valoració de la Conselleria de Cultura. Mesquida ha sido, como principio general de actuación, poco partidario de la aceptación de patrimonio artístico como forma de pago de impuestos.
De esta manera, la Conselleria d'Hisenda i Pressuposts rechazó en mayo escoger, entre dos posibilidades, una escultura de bronce de tamaño considerable valorada entre 150 y 200 millones de pesetas. Aunque la Conselleria de Cultura realizó un informe favorable a la aceptación de estas piezas, Hisenda se mostró inflexible y reiteró a la familia Miró su propósito de cobrar la máxima cantidad posible en metálico.