Sis Som vuelve a la primera plana del mercado discográfico con un nuevo trabajo, «Fruit de la Terra», que supone un retorno a la música popular que se hacía en otros tiempos, una vuelta a los patrones que utilizaban los músicos de la época y a una nueva sonoridad.
Tras presentar hace dos años una antología en la que se resumían sus veinte años de trayectoria en el mundo de la música, este disco, de nueva producción, es el primer compacto que registra la formación. Durante la presentación, Antoni Miranda y Bel Cerdà explicaron los motivos del retraso de este trabajo. Uno de ellos era asumir una sonoridad que hasta ahora no habían encontrado y, otro, la búsqueda de un repertorio que los ilusionara. El resultado es un disco calificado por Miranda como «muy homogéneo» en el que, por encima de las voces, se ha «potenciado bastante la instrumentación» y que suena a «música tradicional de cámara».
Cerdà explicó que el título del disco partió de la investigación «hecha para encontrar cosas nuevas». En el disco se incorporan partituras inéditas de fandangos, jotas y boleros, principalmente del siglo XVIII. Estas piezas, explicaron Sis Som, «fueron compuestas para teclado, no salían del folklore oral, por eso no son conocidas».
La adaptación de las partituras a la instrumentación actual y a los instrumentos de viento y cuerda que utiliza la formación se ha hecho, según Cerdà, «respetando el original». Muchos de los arreglos musicales de estos temas han sido realizados por Eugeni Canyelles. Además de las composiciones fruto de la búsqueda, el disco también reúne canciones populares conocidas.