Guillem Rosselló Bordoy, director del Museu de Mallorca, que el próximo mes de marzo se despide de su cargo, se encargará de presentar a Eudald Carbonell, codirector de las excavaciones de Atapuerca, que el próximo día 13 dará una conferencia en Palma, en el Teatre Municipal, invitado por el Club Ultima Hora. Ambos tienen en común la investigación sobre el pasado, el trabajo de campo en busca de datos que expliquen la historia de la humanidad. Carbonell se ha especializado en prehistoria, mientras que la gran pasión de Rosselló Bordoy es la arqueología islámica.
"¿Qué va a contarle al público cuando presente a Carbonell? "Que es un investigador que codirige uno de los proyectos de investigación más interesantes, desde el punto de vista europeo, que va en busca de las raíces más antiguas de la población europea. A parte de su labor de campo ha desarrollado un intenso o trabajo docente que se refleja en el número de memorias de licenciatura que ha dirigido. Tiene un libro de entrevistas, que se titula «Sapiens. Un llarg camí cap a la intel·ligència», que es esclarecedor para captar el significado de las investigaciones de Atapuerca. Su lectura descubre una faceta de Carbonell muy particular, la de comunicador. Esto es muy importante porque, a veces, los investigadores, sobre todo en estas épocas remotas, somos estrictamente científicos y no sabemos llegar al público profano, explicarnos.
"¿La divulgación es necesaria?
"La
investigación tiene dos facetas; una, la estrictamente dirigida al
mundo científico, que no es comprensible para el profano; luego
viene el proceso divulgativo, el de explicarlo con palabras que
lleguen para al público. El científico no siempre tiene este don,
pero en el caso de Eudald es así.
"¿Cómo valora los hallazgos de Atapuerca?
"Es algo innovador. Son unos descubrimientos sensacionales. Todos
los de épocas tan lejanas pueden cambiar el enfoque de la
investigación y estos lo han hecho.
"¿Respaldo económico e investigación deben ir
unidos?
"La investigación, si no tiene un respaldo
económico como Dios manda, no se puede hacer; y más ahora, que
exige equipos multidisciplinares, lo que no quiere decir que las
investigaciones anteriores, sin medios económicos, no aportaran
resultados magníficos.