Más de 100 proyectos se han presentado al concurso convocado por Patrimonio Cultural del CIM para el tratamiento arquitectónico del antiguo monasterio de Bellpuig, en el municipio de Artà. La convocatoria, a nivel de la Comunidad Europea, ha obtenido una respuesta que sobrepasa las expectativas porque, a la centena antes señalada, aún deberán añadirse las propuestas que llegarán por correo. Maria Antònia Vadell, consellera de Cultura, y Joana Maria Palou, directora insular, muestran estos días su satisfacción por el interés demostrado por los arquitectos europeos ante este anteproyecto, para el que han contado con la colaboración del Colegio de Arquitectos.
En Bellpuig, los monjes premostratenses fundaron un monasterio poco después de la conquista catalana. Del mismo se conservan algunas estructuras y un cementerio "que salieron a la luz tras las campañas de excavación", y una ermita de repoblament, de nave única y planta rectangular, construida según el gótico primitivo, ya restaurada. Es en este terreno, de una cuarterada, donde se hará el centro de documentación e investigación objeto del concurso. Para la redacción de los proyectos, los arquitectos han manejado documentación sobre Bellpuig, como explicaba ayer Palou: «Han contado con estudios de tipo histórico, arqueológico, estado de los restos tras las campañas de excavación, plan de usos; lo que les pedimos es que hagan un ejercicio de imaginación y técnica».
Maria Antònia Vadell apuntaba: «Quisimos dar al concurso la máxima difusión y prioridad y, por el interés suscitado, seguro que alguno de los proyectos llegará a buen puerto». En el jurado, junto a arquitectos de prestigio, figura el pintor Miquel Barceló. El trabajo ganador se llevará cinco millones de pesetas. Bellpuig, dicen Vadell y Palou, será un centro «vivo» de trabajo sobre la época del repoblament (1220-1300) con biblioteca, sala de conferencias y exposiciones, de audiovisuales, cafetería y zona de recepción de visitantes.