El fotógrafo Antoni Catany y el arquitecto Sebastià Gamundí fueron ayer reconocidos en Llucmajor, de donde son oriundos, con las Espigoleres de Plata, galardones con los que el Ajuntament de la localidad premia los méritos de aquellos ciudadanos que con sus trayectorias profesionales han dado a conocer el municipio.
Antes de la entrega de premios, Obrador Font, cronista de Llucmajor, presentó el volumen nueve de la «Historia de Llucmajor», el índice, con el que se cierra la publicación. De Antoni Catany se destacó su trabajo artístico, del que el cronista resaltó su tratamiento del color y del blanco y negro en sus fotografías, «serenas, que reflejan un contacto directo con la vida». Los elogios sobre Sebastià Gamundí se refirieron a su «vocación por el arte y la arquitectura y su iniciativa creativa» y se hizo un repaso de las numerosas restauraciones que ha llevado a cabo.
Lluc Tomàs, alcalde de Llucmajor, felicitó a los galardonados y recordó que las Espigoleres de Plata se otorgan a quienes con su trabajo y relieve profesional reportan un beneficio a todo el pueblo. Catany y Gamundí son personajes de sobra conocidos en sus especialidades.