LAURA MOYÀ
La Orquestra Simfònica de Balears ya tiene director titular para la
próxima temporada. El conseller d'Educació i Cultura presentó ayer
para este cargo a Geoffrey Simon, que ha firmado un contrato por un
año. Durante este tiempo dirigirá 20 conciertos, 7 de los cuales se
incluirán dentro de la temporada de abonos que, este año, contará
con 14 actuaciones. El año pasado se programaron 25 actuaciones
pero el déficit acumulado y el «exceso de ambición», según Gori
Marcus, el coordinador de la entidad, han obligado a reducir el
número. Simon será el cuarto director, después de Luis Remartínez,
Philippe Bender y Salvador Brotons.
Para esta nueva etapa, Geoffrey Simon se ha propuesto dos objetivos. El primero, acercarse al «Conservatori y unirlo a la orquesta, que los alumnos puedan participar en los conciertos y que ésto signifique una oportunidad para ellos», afirmó Simon. El segundo, aproximarse a «hospitales, escuelas y centros de la tercera edad para interactuar con la sociedad». Su compromiso, que «la orquesta adquiera un sonido diferente y especial».
La programación empezará el próximo 18 de octubre y finalizará el 9 de mayo. Cuenta con un presupuesto de 62 millones de pesetas. Antes de la elección de Simon, se había hecho una programación que ha tenido que cambiarse. «Era más extensa, con directores caros», según Marcus. Al renovarse la entidad, el 50% de la primera idea tuvo que suprimirse. Se ha intentado mantener la inicial, pero se han introducido algunas variaciones aportadas por Simon, que quiso destacar la importancia de incluir compositores españoles y mallorquines.
El presupuesto de la próxima temporada de la Simfònica ya ha sido acordado. Debido al déficit, se ha iniciado una política de austeridad que reequilibre las cuentas. Para el 2002, se van a destinar 657 millones, de los cuales, 512 se dedicarán a personal. «La crisis no afecta a la entidad. Hay un problema que repercute a la tesorería de la Fundació Pública per a la Música, pero la orquesta se encuentra en uno de sus mejores momentos como institución musical», aseguró Damià Pons.