El artista japonés Tadashi Kawamata ha estado en el Parc de Mondragó para evaluar el proyecto de creación del «land art», presupuestado en 500 millones de pesetas y en el que participará. La aprobación por parte de la Junta Rectora del Parc de Mondragó ha impulsado el proyecto, ideado por la Conselleria de Turisme del Govern balear, pese a las críticas del GOB, que no ve con buenos ojos su realización.
Los comisarios de la iniciativa, Biel Amer y Pablo Rico, han invitado a participar en el proyecto a una serie de artistas internacionales, nacionales y locales, entre los que están: Rebecca Horn, Richard Long, David Nash, Mario Merz, Richard Serra, Perejaume, Antoni Abat, Julián Valle, Ferran Aguiló, Miquel Barceló o Antoni Socies. Kawamata se encargará de la realización y planificación del proyecto. Hablamos con él.
"¿Como valora el paisaje de Parc de Mondragó,
artísticamente hablando?
"Es un lugar muy bonito e interesante, que ya conocía por otras
visitas anteriores. Lo más fascinante es que se podrá trabajar en
un entorno con agua, con playa, algo que siempre ha sido de mi
preferencia.
"¿Conoce las críticas que los grupos ecologistas han
realizado al proyecto?
"Si, pero tengo que decir que lo que vamos a hacer no destruye el
paisaje en absoluto. No se trata de trasladar un número de
esculturas realizadas en un estudio y plantarlas en la naturaleza.
No es eso. Las intervenciones que pretendemos tienen mucho que ver
con el espacio circundante, la pieza se integra en el paisaje, se
funde con éste. El artista realza el valor del espacio, no
interfiriendo, sino enriqueciéndolo.
"¿Qué materiales se van a usar para la realización de
sus obras?
"Materiales de la zona, que sean del mismo entorno. No vamos a
llevar materiales característicos de fuera, trabajaremos con lo que
hay en Mondragó. También queremos que la gente que vive cerca se
implique en el proyecto. Es un trabajo especialmente participativo,
en el que pueden intervenir centenares de personas. Con ese nivel
mayor de implicaciones conseguimos, por una parte, un amplio
consenso y, por otra, que la gente aprecie las obras y las cuide,
garantizando su conservación.
"¿Va a tener en cuenta las opiniones de todas esta
gente?
"Cuando realizo un proyecto tengo en cuenta las opiniones y
sugerencias de la gente. Es muy importante que haya un diálogo. A
veces hay diferencias, de tipo cultural, entre los implicados, pero
por lo general todo funciona bien.
"En sus obras, como «Work in Progress in Zug», da mucha
importancia a la funcionalidad, integrando entornos y fomentando la
comunicación entre ellos. ¿Aplicará la misma filosofía en
Mondragó?
"Sí, voy a ser funcional. Pero en el sentido que complazca a la
persona que pasee en el entorno, que se sienta a gusto y cómodo en
él.