«La caja del escapista» es la única pieza que integra la exposición que esta tarde inaugura en la galería Joan Guaita el artista Domingo Sánchez Blanco, un creador que se expresa a través de perfomances e instalaciones y que como explicó ayer trabaja siempre al límite de todas las situaciones.
Sánchez Blanco, que busca provocar reacciones a través de sensaciones, aseguró que su método de trabajo es procesal por lo que esta obra se relaciona con una fotografía que presentó en Arco y que se titulaba «Abrazo con perro».
La pieza que se puede ver en Guaita está integrada por un objeto, la caja propiamente dicha y su contenido, y un autorretrato con tatuajes. El interior de «La caja del escapista» está presidido por una cabeza de perro «a modo de la de San Juan Bautista», dijo, un animal con dos colmillos de oro, «como un perro de combate», una escultura joya realizada en porcelana. El autor negó que fuera un provocador, «la provocación está en lo cotidiano», señaló. Su trabajo está influido por el cine, la música o los clubes nocturnos.