Lo bueno, si breve, no siempre es inmejorable. La sentencia suele ser válida para bastantes grupos integrantes del mejor «rock» y «pop» españoles. Y totalmente cierta para la miel que dejó en la boca de los centenares de espectadores que abarrotaron el lunes el Western Park de Calvià para apreciar «a pelo» que las excelencias músico-vocales de grabaciones de La Oreja de Van Gogh como las de «El viaje de Copperpot» no han sido fruto del azar ni de una fulgurante operación de mercado.
Haritz, Àlvaro, Xabi, Pablo y Amaia demostraron que el «pop» melódico español goza de una salud de elefante. Desde los vibrantes «París» o «La chica del gorro azul» al aterciopelado «Los amantes del Círculo Polar», los doce temas de ese disco redondo que es «El viaje...», nos dejaron sin ganas de coger la cama: es que ayer no se trabajaba.