Baltasar Porcel presenta hoy en Palma su última novela, «L'emperador o l'ull del vent», una obra editada por Planeta con la que obtuvo el último premio Ramon Llull. El escritor andritxol llegó ayer a Palma después de promocionar, el martes, su obra en Madrid, ya que el libro ha aparecido simultáneamente en catalán y castellano. Porcel asume con profesionalidad su papel de escritor de éxito: en Madrid estuvo quince horas seguidas concediendo entrevistas. En Mallorca no ha sido tan duro.
"Han definido su novela como histórica, de intriga, de
aventuras... Tras leerla, me inclino más por definirla como
existencial, porque, como su obra anterior, va hacia la búsqueda de
la naturaleza del hombre.
"Es correcto. Siempre me ha interesado la esencia del hombre, el
destino del ser humano. Nunca me han llamado la atención las
definiciones académicas de los géneros literarios. En este sentido,
construyo mis libros con una gran amplitud. En esta novela este
aspecto está llevado al extremo, pues hay un poco de muchos
géneros. Lo curioso del caso es que ya en «Solnegre», mi primera
novela, utilicé recursos similares.
"Su novela habla sobre la revolución y el imperio
napoleónico, pero usted no se limita a explicar la historia, sino
que hace un juicio en el cual ni una cosa ni otra sale muy bien
parada.
"Realizo un juicio histórico e ideológico muy duro. Y no es difícil
de entender. Cuando hace 30 años fuí a Cabrera por primera vez, me
imaginé lo que habían vivido aquellos soldados franceses
prisioneros durante años en la isla. Me provocó una fuerte
impresión existencial, que es la que me ha dominado al escribir la
novela. Claro, a todos los que provocaron aquello los considero
criminales de guerra.