Después de 40 años de ostracismo, la Opera Metropolitana (MET) de Nueva York recuperó anoche con todo esplendor la obra «Nabucco», de Giuseppe Verdi, y con el papel estelar del rey Nabucodonosor encarnado por el barítono menorquín Joan Pons.
«Es una puesta en escena espectacular, especial y difícil por la orquestación y el coro, pero estoy muy satisfecho del resultado», explicó un exaltado pero contento Pons tras la representación que cosechó un gran éxito, a juzgar por los prolongados aplausos. Pons, un habitual del escenario del MET desde 1983, recordó que las obras de Verdi, cuyo centenario de su muerte se cumple este año, son muy complicadas y exigen mucho a las voces.
«Demandan mucha vocalidad, extensa tanto por arriba como por abajo, y a la vez debe ser robusta y tener color. Por eso es difícil», agregó. El barítono calificó de muy interesante la nueva escenografía creada para esta reposición, una de las más esperadas e innovadoras de la temporada del MET, teniendo en cuenta que no se representaba en Nueva York desde 1960.