EFE - NUEVA YORK
El pintor español Esteban Vicente Pérez, uno de los pioneros del
expresionismo abstracto junto a Pollock, Kline, Rotko o De Kooning,
falleció el miércoles en su casa de campo a las afueras de Nueva
York con «elegancia y mucha paz», explicó ayer su viuda, Harriet G.
Peters, que añadió que Vicente será enterrado en los jardines del
Museo de Arte Contemporáneo de Segovia, dedicado a su obra, de
acuerdo con los deseos que había expresado.
Vicente, que hubiera cumplido 98 años dentro de diez días, entró en coma el lunes. «Falleció como un verdadero hidalgo español, aunque su nacionalidad era estadounidense "explicó su viuda". No tenía miedo a la muerte y estaba preparado para ella. Lo último que expresó antes del coma fue un desprecio a la política, en todas sus formas, características y expresiones. Odiaba la política».
Junto a su cama se encontraba su esposa y dos de sus más estrechos colaboradores, la galerista Elvira González, que le representó durante muchos años, y Ana Martínez de Aguilar, directora del Museo Esteban Vicente de Segovia, que se trasladaron a Nueva York apenas tuvieron noticia del empeoramiento de su salud. «Para él "subrayó la viuda" la pintura era todo. Pintando era como mejor se expresaba y la manera de entender la vida».
Vicente, que residía en Estados Unidos desde 1936, era uno de los máximos exponentes de las aventuras estéticas del siglo XX. Considerado como uno de los mayores representantes del expresionismo abstracto, su trabajo se caracteriza por la profundidad espacial, el cromatismo sorprendente basado en el contraste y una composición rigurosamente equilibrada. Su prolongada estancia en EE UU hizo que su obra fuera poco conocida en España hasta 1987, cuando una importante retrospectiva en Madrid recuperó la atención sobre su trabajo.