En 1998 se fue a trabajar a Estados Unidos como clarinete segundo de la Orquesta Sinfónica de Cincinatti. Ahora, tras pasar una dura audición, acaba de sacar una plaza en la Orquesta Filarmónica de Nueva York. El joven músico Pascual Martínez pasará a formar parte de la colonia de mallorquines que triunfan en la ciudad de los rascacielos porque su valía le está haciendo dar pasos de gigante.
En una entrevista que publica hoy íntegramente Ultima Hora en su edición de papel Pascual Martínez afirma que «aunque ahora vengo de Nueva York, de dar unos conciertos con la Filarmónica tras pasar la audición, permaneceré en Cincinatti hasta julio de 2001, donde la orquesta y los compañeros me encantan, allí todo me ha ido muy bien y me da pena tener que irme».