El músico israelí David Broza actuará el próximo día 2 de diciembre en el Auditòrium de Palma presentando «Isla Mujeres», su primer disco en castellano y que hace el número 19 de su prolífica carrera. La historia de «Isla Mujeres» es la historia de un viaje que comienza cuando, a los 18 años, se marcha de Madrid para empezar su carrera como músico en Israel, su tierra natal. Cuenta el músico que «me hace mucha ilusión esta gira por España y, sobre todo, regresar a Mallorca, donde ya actué en 1987 durante el Cançons del Mediterrani y, hace tres o cuatro años, en un pequeño local de la Isla».
David Broza habla con mucho cariño de España, país al que llegó con 12 años «porque mi padre quiso afincarse en Madrid por motivo de negocios. Estuve seis años hasta que tuve que volver a Israel para hacer el servicio militar y luego me quedé para estudiar música». Durante este tiempo David, gran aficionado a la pintura, llegó a vender sus acuarelas en el Rastro. «Fui pintor hasta los 22 años y lo dejé. Soy una persona de decisiones radicales».
Otro ejemplo de esta afirmación es su marcha a los Estados Unidos tras haber conquistado el mercado israelí con canciones como «Yihyé Tov», considerado un himno en Israel, o con «La mujer que yo quiero», tema de Serrat, cantado en hebreo, que junto a otros de Paco Ibáñez, Manzanita y Cecilia, introdujeron en la memoria popular de este país la música española. Dice David Broza que «estuve seis años en los Estados Unidos 'desaparecido', tocando en Nueva York y en varios estados del este del país como Kentucky, Iowa...».
A David Broza se le suele comparar con Leonard Cohen algo que él mismo sólo se puede explicar diciendo que «quizás es que yo he colaborado principalmente con poetas. Así cuando llegué a los EE UU empecé a leer a los poetas americanos para entrar en una cultura que comparten más de 200 millones de personas en aquel país. Incluso trabajé como profesor asociado de una universidad explicando la relación de la poesía con la música».