«Mi padre no escogió Mallorca para refugiarse. Él vino aquí porque le gusta vivir una vida sencilla, el contacto con la naturaleza, trabajar con sus pensamientos, estar junto a su familia». Linda Utzon, hija del arquitecto Jörn Utzon, autor del Opera House de Sydney, corregía ayer la leyenda que explica que su progenitor, tras los problemas surgidos durante la construcción del edificio australiano, se instaló en Mallorca para refugiarse del mundo.
Jörn Utzon y su obra protagonizaron el primer encuentro del ciclo «Futurisme» que promueve la Conselleria de Turisme. La Fundació la Caixa acogió un homenaje al arquitecto con la presentación de la publicación «Jörn Utzon. Dues cases a Mallorca», de Federico Climent. Una conferencia a cargo de la especialista en arquitectura Françoise Fromont, experta en la obra de Utzon, y la proyección del documental «The Edge of the Possible», que recoge una de las pocas entrevistas concedidas por Utzon, completaron el programa.
Tras agradacer el homenaje a su padre, que se encuentra en Dinamarca y cuyo estado de salud es delicado, Linda Utzon explicó que antes de llegar a Mallorca el arquitecto había recorrido lugares de Francia e Italia en busca de un terreno. «En Mallorca se enamora de la Isla y compra un terreno en el monte, cerca de Calonge, pero allí no pudo construir. Entonces compra otro en la costa de Portopetro para hacer su casa. Aquí conoce el marés, la forma tradicional de construir. Su arquitectura siempre busca una clave para expresar algo del sitio donde se encuentra», apuntó. «Mis padres son muy felices viviendo en Mallorca, cada día es para ellos un regalo y también lo es por la amabilidad de los mallorquines que viven cerca de su casa. Él, como artista, es vulnerable y le gusta llevar una vida muy privada, estar solo».