La exposición que en los días pasados ocupó el claustro del convento de los Sagrados Corazones, en Sóller, titulada «Picasso. Ceràmiques», fue vista por 2.000 personas. El genio del artista volvió a triunfar en esta pequeña ciudad mallorquina.
Se trató de una cuarentena de piezas, procedentes de la Fundació d'Art Serra, que se expusieron dentro de los actos con los que se homenajeó a Pere A. Serra, presidente-editor de Ultima Hora , como hijo ilustre de Sóller.
Los visitantes pudieron apreciar el amplio trabajo de Picasso en torno a la cerámica, todas las tipologías que utilizó y sobre las que creó: platos, escudillas, jarras y azulejos, así como los temas que le inspiraron: mitologías, pájaros, rostros femeninos y, sobre todo, tauromaquias. En la exposición destacó «La corrida de las manchas», una serie completa de ocho platos sobre el desarrollo de una corrida.