A continuación les ofrecemos un breve resumen de la entrevista con la escritora mallorquina Carme Riera que ofrece hoy Ultima Hora en su edición en papel.
La escritora Carme Riera tuvo que interrumpir sus descanso en Deià para acompañar a su madre en la clínica, ingresada tras sufrir un accidente en una calle de Palma. A pesar de que ayer se mostraba muy molesta por el aspecto «descuidado» de Ciutat y se manifestaba dispuesta a denunciar a Joan Fageda, encontró un rato para hablar de su trabajo y de literatura.
"¿Qué supone para usted la concesión de la Cruz de Sant
Jordi?
"Estoy contenta porque gracias a este premio de la Generalitat mis
hijos no tendrán que pagar mi esquela en un futuro "señala con
sutil ironía". En serio, como reconocimiento es, al igual que todos
los que se te hacen, de agradecer.
"El pasado mes de julio recibió otro galardón, el premio
Vittorini al mejor escritor extranjero traducido al
italiano.
"Sí, por «Dove finisce il blu» («Dins el darrer blau»). La Cruz de
Sant Jordi es un reconocimiento civil. En cambio, el premio
Vittorio es un reconocimiento «militar» "vuelve a ironizar", pues
sólo lo dan a escritores, en este caso, extranjeros. La traducción
de Francesco Ardolino es magnífica, suena como si fuera música.
Creo que él me ha mejorado "sonríe". La verdad es que me hace mucha
ilusión traer a mi lengua un premio internacional.
"El traductor, ¿ha de captar el espíritu de la obra o ha
de ser un filólogo disciplinado?
"Éstas son las dos maneras de traducir, y han de estar
interrelacionadas, es decir, el traductor ha de guardar el aire del
idioma del cual proviene la obra y ha de conocer perfectamente el
idioma en el cual se traduce. Yo soy una traductora muy particular,
porque sólo me he traducido a mí misma. Podríamos decir que hago
versiones, que reescribo.